Mi querido y olvidado blog
Por supuesto que nunca dejé mi vicio lector, pero no me quedó más alternativa que dejar de reseñar los textos que leía.
El año 2015 fue muy arduo en varios aspectos. Los personales, los de siempre: la casa, los hijos, el trabajo. Sumamos a esto el proceso (finalizado ya) de un taller de escritura que me llevó mucho tiempo de dedicación.
Entre estas actividades siempre tuve el espacio reservado a la lectura. Este año pasado en particular, me dediqué a releer algunos clásicos como Cumbres Borrascosas, El amor en los tiempos del cólera o la inagotable Rayuela. Volver a leer años después lo ya leído me parece un ejercicio que todos los lectores debiéramos hacer. Nunca una segunda lectura es igual a la primera. Sobre todo cuando de grandes obras hablamos. El amor en tiempos del cólera, leído por primera vez con quince años años, fue un libro nuevo veinticinco años después. Cada relectura de Rayuela supone nuevos mundos y sensaciones que transitar en cada nuevo abordaje. Los cuentos de Borges se resignifican una y otra vez, como por arte de magia (por arte de la escritura).
También, durante este año que acaba de terminar, me propuse leer algunos escritores que "me debía": Salinger, Auster, Almudena Grandes, entre otros.
Sin embargo, tecnología mediante y para no perder mis ganas de compartir lo maravillosa que es la literatura, lo que resolví fue postear fragmentos de mis lecturas. Frases, párrafos, ideas, pensamientos, sentimientos. Todo fue material para la camarita fotográfica del samrtphone y de allí a Twitter, Facebook o Instagram en un abrir y cerrar de ojos y una estable conexión wifi. Como esta manera de socializar lecturas y recomendarlas me resultó ágil y tuvo sus frutos, decidí copiar la idea y plasmarlo también en este blog, que fue el origen de todo. Por lo tanto, advierto a quienes pasen por aquí, que a partir de ahora verán más fotos que palabras, más pensamientos de escritores que críticas mías, más literatura que opinión.
Sí, es posible que no sea lo mejor y se aleje bastante de mi blog soñado, pero para mí es fundamental compartir mis lecturas y que mi experiencia con ellas sirva a modo de recomendación literaria. No puedo olvidar que lo más importante para mí siempre fue compartir mis sensaciones cada vez que leo. Hacerle saber al mundo (bueno, con solo algunas personas me conformo) lo que siento cada vez que abro un libro, cómo el mundo que leo comienza ser parte de mi mundo, cómo me emocionan las palabras bien dispuestas, el arte de escribir y comunicar. Eso es lo que pretendo transmitir. Tal vez el método no sea el mejor, pero es el camino posible. Por esta vez, vamos a dejar que el fin justifique los medios.
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