Boquitas lloronas II - Mel

Heráclito de Epheso dijo:  "nunca nos bañamos dos veces en el mismo río" 
Yo creo que esto se aplica también a las lecturas que uno va haciendo a lo largo de su vida. Había leído Boquitas Pintadas hacía más de una década. Al igual que esta vez, el libro me pareció muy interesante, entretenido, con una trama atrapante.... Pero, esta vez lo leí  con otros ojos: los de la madurez.  Aquella vez lo leyó una chica que empezaba sus estudios de literatura, tal vez con ojos más críticos que ahora. Esta vez lo leyó la mujer que en el trancurso de estos años, logró, entre otras cosas, formar una familia. Las lágrimas no escaparon, pero el nudito en la garganta estuvo. En el libro queda plasmado el trancurso de varios años, los más importantes en la vida de una persona. Sentir cómo un joven, con todo un futuro promisorio por delante,  muere sin cumplir ninguno de sus sueños, ver cómo a una mujer se le trunca el amor de su vida y vive "como puede", cómo otra, al final de sus días, puede al fin valorar lo que tenía, cómo una tercera -pese a todo y a todos- ve cumplidos sus sueños en sus propios hijos.... Claro que se "anudó" todo esto en mi garganta y casi lloro.  Sin querer, la lectura de este libro hizo que mirara para atrás mi propia vida y pudiera valorar mi presente, mi familia, mi trabajo, mis cosas. 
Nadie lee dos veces el mismo libro, cada lectura está cargada de las vivencias personales de cada etapa de nuestras vidas, de cada momento particular. Y esto hace que cada vez que leamos ese libro sea diferente.
Siempre pensé que nadie vive lo suficiente como para leer todos los libros que quisiera, y odio saber que es así. Mucho más aborrezco la idea de saber que tampoco tenemos el tiempo necesario para releer -al menos una vez más- cada libro que ya hemos leído....

Comentarios

Entradas populares